La consulta por fiebre, tos, diarrea y erupción, todo de una vez o de a uno o dos síntomas por vez es de una y otra forma muy común.
Muy común y muy preocupante al menos algunas veces en que alguno de los síntomas es muy intenso, o su duración es por muchos días, y esto suele ocasionar a su vez muchas consultas y solo a veces a un mismo profesional.
Las cosas son así porque nadie quiere ver enfermo a su hijo ni menos verlo enfermo sin mejoría en el plazo en el cual pensamos que "ya es bastante" con esta fiebre o esta tos o estos vómitos o lo que fuese.
Pero también es cierto que como humanidad de este lado del mundo hemos perdido la paciencia con las enfermedades y cada una de ellas nos parece siempre inoportuna e impropia de este momento, porque hemos perdido la noción de la necesidad de la enfermedad como proceso personal y comunitario para entendernos a nosotros mismos en cuanto a nuestras limitaciones y entendernos como comunidad ya que el tiempo de enfermedad es la oportunidad de fortalecer vínculos familiares y descubrir otros sociales (y no solamente con el médico).
Pero también es cierto que alguna vacuna más nos vendría bien para disminuir la cantidad y la intensidad de síntomas que producen algunas enfermedades aun cuando no son fatales y además suelen presentarse en epidemias ... y a propósito de esto último es de destacar que ya no nos consuela que el padecimiento sea de muchos (tal vez porque esto se asociaba a "mal de muchos consuelo de tontos", pero más lo asocio con esa deficiencia de vínculos, de trama familiar y social que nos viene afectando progresivamente hace varias generaciones).
eransaldii@gamil.com
Muy común y muy preocupante al menos algunas veces en que alguno de los síntomas es muy intenso, o su duración es por muchos días, y esto suele ocasionar a su vez muchas consultas y solo a veces a un mismo profesional.
Las cosas son así porque nadie quiere ver enfermo a su hijo ni menos verlo enfermo sin mejoría en el plazo en el cual pensamos que "ya es bastante" con esta fiebre o esta tos o estos vómitos o lo que fuese.
Pero también es cierto que como humanidad de este lado del mundo hemos perdido la paciencia con las enfermedades y cada una de ellas nos parece siempre inoportuna e impropia de este momento, porque hemos perdido la noción de la necesidad de la enfermedad como proceso personal y comunitario para entendernos a nosotros mismos en cuanto a nuestras limitaciones y entendernos como comunidad ya que el tiempo de enfermedad es la oportunidad de fortalecer vínculos familiares y descubrir otros sociales (y no solamente con el médico).
Pero también es cierto que alguna vacuna más nos vendría bien para disminuir la cantidad y la intensidad de síntomas que producen algunas enfermedades aun cuando no son fatales y además suelen presentarse en epidemias ... y a propósito de esto último es de destacar que ya no nos consuela que el padecimiento sea de muchos (tal vez porque esto se asociaba a "mal de muchos consuelo de tontos", pero más lo asocio con esa deficiencia de vínculos, de trama familiar y social que nos viene afectando progresivamente hace varias generaciones).
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