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sábado, 15 de junio de 2019

Sí a la vida siempre (un pequeño aporte al momento nacional)



Mejorando el concepto desde la Concepción (abril, 2018)

Algunos testimonios me impresionan parecidos:

·       “Preparándonos al matrimonio, el médico ( varón de 50 años mostró su pesar por los muchos hijos concebidos y no-nacidos en su matrimonio debido a la incompatibilidad Rh) nos enseñó concebir”.

·       “El dolor –postaborto-  por el hijo no nacido, espontánea o voluntariamente, siempre existe en ambos progenitores”.

·       “No conocemos su sexo aun, por ello tampoco le elegimos el nombre”. Es un aspecto de la tolerancia socialmente instalada del aborto.

·       “Cuando nazca y seas padre, sentirás algo distinto”. Esto tiene razón en relación a las sensaciones pero es otro aspecto de la tolerancia socialmente instalada del aborto.

·       “Ubicamos el comienzo de la vida, en consonancia con los registros sociales, en el nacimiento. Tenemos descuidada nuestra fecha de concepción”. Es otro aspecto de la tolerancia socialmente instalada del aborto. Porque también existe el Registro de las Personas no-nacidas sin diferenciar abortos procurados o espontáneos.

·       “Fue un huevo huero, no hubo nada”. Es otro aspecto de la tolerancia socialmente instalada del aborto.

·       “Hemos cambiado el Juramento que defendía la vida desde la concepción por otro que no hace mención de ésta, acordes a los cambios de Europa y EUA”.

·       “La objeción de conciencia es un problema religioso”. Es una mentira grosera ya que la objeción médica existe desde el Juramento que se hacen el momento “bisagra” de la vida del médico al egreso de los estudios universitarios e ingreso al ejercicio de la profesión.

Debemos re-pensar nuestros conceptos en pensamiento y habla, por nosotros –adultos mayores- en primer término y enseguida por las generaciones que nos continúan.

En su momento dimos por definitivo,  durante la cursada de Medicina de grado, el estado de cosas de nuestra legislación: aborto no punible en casos de violación o atentado al pudor de la mujer idiota o demente y para evitar un peligro para la vida o la salud de madre. Es otro aspecto de la tolerancia social y jurídicamente instalada del aborto.

Debemos plantear la atención integral de las dos personas: madre e hijo, y reclamar siempre la participación de la tercera: el padre o progenitor.

Pero debemos hacerlo sobre una nueva base: “aborto procurado cero”.

eransaldii@gmail.com

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