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sábado, 19 de febrero de 2022

Luxación de cadera y la deuda analgésica

 En un viernes de guardia a las 18:30 y en el viernes siguiente de guardia también a las 18:30, se repitió la consulta por luxación de caderas en un niño de doce años la primera vez e igualmente en otro niño de doce años en la segunda. 

El paciente de la primera relación llegó traído por el servicio de emergencias entre las dificultades de la tormenta de lluvía y granizo con la sospecha de una fractura severa de fémur luego de ser lanzado unos quince metros por el impacto de una camioneta contra la moto en que él viajaba con su mamá. 

Y el de la segunda consulta sufrió el aplastamiento por su propio caballo al caérsele éste encima mientras lo cabalgaba. Se temía la fractura de pelvis y la rotura de vísceras abdominales. Luxación de cadera.

En ambos casos sendas luxaciones de cadera fueron del tipo póstero-externo.

Esas cosas de la práctica médica. Había visto este tema 40 años antes en el libro de traumatología de Ramos Vertiz y luego en alguna actualización pero nunca antes en la práctica.

La deuda: la medicación analgésica-antiinflamatoria no fue suficiente en ninguno de los dos niños. Y no pudimos brindarle algo más porque Anestesiología así lo pidió. Unos minutos, muchos cuando el dolor es intenso, hasta el quirófano para la reducción sin dolor.

(la imagen no corresponde a ninguno de los dos pacientes. Es solo a modo ilustrativo con una situación radiográfica similar)


eransaldii@gmail.com

Concentración y dilución: el funcionamiento normal de los riñones


 La importancia de los riñones para el buen funcionamiento de todo el organismo no requiere demasiadas explicaciones: la vida no es posible si no tenemos riñones, la vida acabará prontamente si nuestros riñones no pueden cumplir su función, las personas en diálisis renal tienen acortada su expectativa de vida, las personas que reciben el trasplante de riñón pueden contar que empezaron una nueva etapa en la expectativa de sobrevida.

Cada día podemos observar el aspecto de nuestra orina: en algún momento es amarilla -ámbar- entre clara y más oscura, y en otro momento es casi como el agua o directamente incolora como el agua. Esto se debe, respectivamente, a la concentración y la dilución de la orina que hora a hora va realizando el riñón (los dos riñones tienen la misma función por lo que podemos decir "el riñón". Y esto nos dice, casi sin error, que tenemos riñones sanos.

Dicha función de concentrar o diluir la orina depende del agua disponible en la sangre para que los riñones puedan tomar la mayor cantidad posible para su función de excretar las materias inconvenientes al organismo general.

Esa cantidad de agua necesaria depende exclusivamente de nuestra ingesta. No existe dieta o régimen en ningún lugar del mundo que no incluya una recomendación de abundante ingesta de agua.

¿Cuanta agua es conveniente beber cada día? La suficiente para que observemos en algún momento del día, cada día y todos los días, que nuestra orina tiene el aspecto incoloro del agua.


eransaldii@gmail.com