La pandemia de la covid-19 trajo, está trayendo cambios de conductas, entre otros cambios, a todo nivel, en todo el mundo (si bien este todo es una exageración por imponderable).
La fiebre, el primer desconcierto en la vida de toda familia con un hijo recién nacido o pequeño, ahora es uno de los tantos desconciertos que vivimos los médicos ante el paciente que mansamente se presenta a consulta, pero ya no aparece como antes a los ojos médicos, pues es sospechoso de covid-19...
...el niño por febril, pasa a estar lejos de su protector social cuando antes estaba cerca, muy cerca (con faringitis, con gastroenteritis, con meningitis, con gripe porcina u otra, con neumonía, con varicela... siempre el médico al lado, pegado podría decir... y ahora: por tele-atención).
De este modo, por la moda que se impone de la tele-atención, los pacientes, lógicamente, temen al médico simplemente porque él se ha alejado de ellos. Un nuevo miedo que es bilateral: miedo por la lejanía, el abandono, la soledad, la falta de "caricias" normales entre humanos determinados por la circunstancia paciente-médico.
Enrique R. Ansaldi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario