Apenas nacemos nos examinan clínica y bioquímicamente por si nos falla alguna hormona, pues si se detecta la falla se busca si hay tratamiento y de haberlo se evita, por ejemplo, con el hipotiroidismo congénito que la persona padezca de por vida el retraso físico y sobre todo el intelectual.
Luego nos hablan de las hormonas del crecimiento y de la maduración sexual masculinos y femeninos.
Y en la edad de fecundidad y procreación también aparece las hormonas femeninas y así masculinas.
Y las personas que padecen enfermedades renales; o diversos tumores; o accidentes con afectación de glándulas endocrinas (las hay en varios sitios del organismo humano) o de centros reguladores de las mismas...
Y al final de la vida asimismo participan las hormonas.
En todo momento de nuestra vida las hormonas actúan en ritmos y cantidades específicas según las horas del día o la noche, la alimentación o el ayuno, ya dijimos según las edades, también según estemos en salud o en enfermedad... Actúan. las hormonas, en relación con todas las funciones de la persona así las voluntarias como las autónomas.
No es, entonces, cosa de encontrarse con un análisis bioquímico para dar la respuesta a un problema sino la consideración de ese análisis y toda la persona.
Enrique Rodolfo Ansaldi